Personas tóxicas
El trastorno límite de la personalidad es un diagnóstico que siempre ha sido difícil de entender y todavía más difícil de tratar con éxito.
Los síntomas asociados a él son una mezcla de agitación emocional, relaciones inestables y comportamiento autodestructivo, incluidos los intentos de suicidio.
Pero nuevos conocimientos sobre el tras-torno, que conducen a tratamientos nuevos y más efectivos, han hecho que el pronóstico para alguien con TLP sea mucho más prometedor.
Con el apoyo adecuado, la mayoría de las personas con TLP puedan aprender a regular con éxito sus emociones, detener el comportamiento autodestructivo y mejorar sus vidas.
Hace no poco tiempo, recibir un diagnóstico de TLP se sentía como una cadena perpetua, pero las nuevas investigaciones muestran las posibilidades de funcionar mejor e incluso eliminar la etiqueta del diagnóstico. Otro cambio importante es que ahora el TLP se diagnostica y trata en adolescentes.
Hasta hace poco, los profesionales de la salud mental éramos reacios a dar el diagnóstico a cualquier persona menor de 18 años, a pesar de que los síntomas se vuelven más prominentes en la adolescencia, o incluso antes. Ahora, los expertos enfatizan que tratar el TLP lo antes posible conduce a mejores resultados a largo plazo, además de reducir el riesgo de conductas peligrosas o suicidas.
¿Qué es el trastorno límite de personalidad? Empieza con una inclinación biológica (o temperamental) que se ve exacerbada por el entorno social. Las personas que desarrollan TLP lo son por un temperamento altamente emocionalmente sensibles y reactivas, sin-tiendo las cosas de manera más inmediata e intensa que la mayoría de las personas. Y una vez que se desencadena una emoción pode-rosa, les lleva más tiempo volver a su línea de base emocional.
Las personas con TLP a menudo se sienten abrumadas por una ira intensa y sentimientos de abandono, vacío, vergüenza y autodesprecio.
Estos sentimientos tienden a desestabilizar las relaciones de las personas con TLP, que son hipersensibles a las señales sociales de los demás y son más propensas que otros a interpretar las cosas negativamente. Los desaires menores, o las cosas que se malinterpretan como desaires, se toman como evidencia de abandono, y la reacción puede ser rápida e intensa, provocando rupturas con amigos, padres, parejas. Pasan de “te quiero con todo mi ser” a “te odio” en un milisegundo. O se vuelven tan desesperados pidiendo que les aseguren que son queridos (enviando mensajes de texto, llamando, suplicando, aferrándose incesantemente) que ahuyentan a las parejas.
Las rupturas con amigos o las rupturas con la pareja suelen ser el desencadenante de autolesiones o intentos de suicidio.
¿Por qué el TLP conduce a un comportamiento autodestructivo? Sin las habilidades para manejar los sentimientos dolorosos de una manera más efectiva, las personas con TLP a menudo encuentran alternativas poco saludables, que incluyen el abuso de sustancias, el sexo arriesgado y la búsqueda imprudente de emociones fuertes.
La autolesión es muy a menudo uno de estos comportamientos: los adolescentes usan cosas como cortarse, rascarse y abrir heridas para aliviar las emociones que encuentran intolerables.
Tratamiento
Medicación.
Antidepresivos, estabilizadores del ánimo, neurolépticos en dosis óptimas.
Psicoterapia individual y/o grupal.
Terapia cognitivo conductual (TCC).
Identifica y cambiar las creencias y/o comportamientos fundamentales que subyacen a las percepciones inexactas de sí mismos, de los demás y de los problemas para interactuar con los demás. La TCC puede ayudar a reducir una variedad de síntomas de ansiedad y estado de ánimo y reducir la cantidad de conductas suicidas o autolesivas.
Terapia conductual dialéctica (DBT).
Se centra en el concepto de atención plena y conciencia de la situación actual. DBT enseña habilidades para controlar emociones intensas, reduce comportamientos autodestructivos y mejora las relaciones. Esta terapia se diferencia de la TCC en que busca un equilibrio entre cambiar y aceptar creencias y conductas.
Sesiones Familiares
Objetivos del paciente